El planeta nos brinda una infinidad de beneficios, entres sus beneficios son las maravillas naturales que encontramos al momento que salimos de casa y sus beneficios al visitarlos. Festejando que llegue a los 50,000 seguidores en facebook les abriré el corazón y les platicaré como viajar no importa la distancia nos puede curar, desintoxicar y reiniciar la vida.

Cuando viajamos conocemos diferentes plataformas que involucran gente nueva, con mentalidad diferente que nos inspiran o nos hacen querer hacer cambios incluso cuando regresamos a casa.

En mi caso uno de los que más me impactó fue cuando me lance del paracaídas con Skydive Mexico en Tequesquitengo, los chicos que trabajan ahí no le tienen miedo a NADA. Uno de ellos se subió con la mochila a la mano y mientras la avioneta se elevaba se la acomodaba, cuando nos vio a todos asustados el simplemente nos dijo que todo es cuestión de balance. Se lanzaban sin miedo y lo disfrutaban demasiado, yo apenas estaba concluyendo una parte de mi vida bastante oscuro y recuerdo que ver a estas personas llenas de vida, sin miedo y con toda la valentía me hizo darme cuenta que lo único que debo hacer es dejar mis miedos atrás.

El 2018 fue quizás el año con más hazañas que hice, porque después de lanzarme del paracaídas me fui a nadar con el hermoso tiburón ballena acompañada de ecoguerreros yucatan que hacen recorridos y viajes con fines educativos para que el turista sea más consciente con el ambiente mientras disfruta de los pasajes que van visitando.

Cuando salté al mar abierto y conocí al gran tiburón ballena, que por cierto, nada bastante rápido, fue bastante asombroso pero lo que realmente me fascinó fue conocer a las  mantarrayas y nadar con ellas. Fue tan hermoso que incluso una de ellas se dirigió directo hacia mi y al estar frente a frente fue cuando cambio de rumbo para regresar con los demás turistas que estaban en el mar. A mi parecer lo que hizo fue despedirse y seguir su camino, no tenía mucho que mi abuela falleció así que realmente como la película de Moana sentí que esa parte de mi vida también se estaba despidiendo para que pueda seguir mi camino.

Ya les he platicado un poco de mis viajes personales que bien fueron al comienzo de este proyecto pero también para enseñarles un poco de cosas personales y como la vida me ha dado segundas oportunidades cuando he tomado la maleta y decido salir de la rutina.

El Palmar es sin duda de los lugares que se ganó para siempre un lugar en mi corazón y aunque he escrito en dos revistas turísticas de como es la experiencia de llegar a ese pedazo tan maravilloso, es que fue algo muy gratificante estar hasta arriba del faro con el cuidador mientras se reía al ver mi emoción por ver delfines y tortugas carey desde ahí, ¿No te has acostumbrado a estas cosas? me preguntaba mientras yo estaba intentado contener la emoción para poder sacar una buena toma (que al final no se logró) pero que le dije que no, he incluso caminado toda mi vida en el Centro Histórico de Mérida y para mi sigue siendo fascinante caminar sus calles todos los días.

Un punto muy hermoso del Palmar es que al publicarlo un señor me escribió diciendo que su padre fue un farero del lugar, y que cuando eran vacaciones su padre los llevaba a quedarse con él cuidando el faro. Estas fueron sus palabras ” me hiciste recordar el olor del mar, la voz de mi padre mientras jugaba conmigo en la arena. Mirar las fotografías me hizo regresar al tiempo de cuando mi infancia era feliz junto a mi difunto papá”.

El viajar incluso aunque sea de manera virtual nos puede hacer vivir de nuevo,e incluso vivir algo que nunca se ha podido disfrutar.

Cuando publiqué una playa de Yucatán, recuerdo que una chica me escribió diciendo que su abuela no conocía el mar y que por las fotografías y vídeos ha podido entender un poco como es. Destacando que Yucatán cuenta con playas cercanas, Progreso se encuentra a menos de 40 minutos de la Ciudad nos hace valorar incluso cuando llegas a la playa y sientes el mar llegar a tus pies; para nosotros puede ser algo hermoso pero posible, mientras otras personas quizás nunca lograron o la lograrán conocer.

Les he platicado de como conocer diferentes personas, disfrutar lugares que otras personas no podrían conocer, es igual una forma de como en el interior el viajar puede sanarnos e incluso darnos nuevas oportunidades de vida.

Disfrutar desde lo más sencillo como lo es caminar en el pasto,  leer un libro en el parque, mirar el atardecer desde la banqueta de la casa o cruzar palabras con alguna persona en el colectivo, es también una forma de viajar, interactuar con el entorno que tenemos. Disfrutar una comida de otra ciudad, hacer amigos nuevos mientras viajas, o tan solo dejar que la brisa del mar entre hasta los pulmones para recordar que todavía tenemos mucha vida que disfrutar, mucha naturaleza que conocer y conservar.

 

¿El viajar que es para ti?